En sus manos,
lleva el candor
de la caricia.
En sus labios,
el beso que
resucita.
En su mirada la paz,
como una Fuente de amor.
Que nace cada amanecer en forma de sonrisa.
Bendita la fuente...
Bendita,
Paraíso que mi alma
anhela.
El tiempo es efímero
y vuela,
El tiempo se acorta,
los dioses caerán
y un nuevo reino comienza.
© Esperanza E. Vargas
En sus labios,
ResponderEliminarel beso que
resucita.
Besos que todos deseamos en un momento dado,
hermosos tus versos como siempre querida Esperanza
Besos niña
Si mi niña. Un beso, una palabra que lo cambie todo. Y nos haga sentir que realmente vivimos y también importamos.
ResponderEliminarBesitos corazón
Un abrazo Muy fuerte.