Miradas Distantes



El pequeño velero luchaba contra las olas de un mar agitado y loco.

Un faro a lo lejos se distinguía, bajo Miradas Distantes de un horizonte latiente.

Su rostro era como nubes
camufladas en el oscuro cielo.
Bajo el cual arreciaba la tempestad.

Que irónica es la vida, al poner tan cerca nuestros caminos.
Juntando los océanos de olas azotadas sobre acantilados.

Y esa mirada dulce revelando, de su alma la ternura. Cobijada por un mar profundo de agitadas olas y un cielo a oscuras.

Un velero naufraga y un faro encendido, una esperanza que no se ha perdido.
Miradas Distantes...Latidos de fuerza que imponen el reto de continuar, de jamás darse por vencido.

© Esperanza E. Vargas

Comentarios

  1. Ese faro encendido siempre iluminará tu vida. Precioso mi Esperanza. Besitos

    ResponderEliminar
  2. Gracias mi niña. Un abrazo de Dinosaurio. Son más grandes jajaja. Te Quiero

    ResponderEliminar
  3. Hermoso poema, gracias, Esperanza E. Vargas

    ResponderEliminar
  4. No se ha perdido sigue aquí ese velero
    La esperanza …..
    linda de las letras hermosas.
    besitos.

    ResponderEliminar
  5. Miradas distantes, pero encontradas y conduciendo hacia la salvación por la luz del faro que no dejaba de brillar. Me gusta, Esperanza. Besos.

    ResponderEliminar
  6. Así es amigo. Indudablemente. Un abrazo. Gracias por todo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario