Y Sin Embargo Te Quiero

Te quiero
como quiero tu pensamiento
qué yace al final del pozo del misterio
con sus pasados trágicos vendidos
al rey de los sentimientos emplumados.

Te quiero
como quiero los crisantemos
que hacen de cornisa en los fríos extremos
con los cuatro monumentos a tu Cupido
y mientras tú deliras el nula desafío.

Te quiero
como quiero afanes y ganas
sazonadas con el jugo de las locuras
con aquella tuya maldita obsesión
consagrada a una especial perversión

Te quiero
como quiero el verbo osar
que yace aturdido en medio al mar
y para despertarlo hace falta una campana
tocada de una rubia sacristana.

Te quiero
como quiero el cuerpo cansado
que engendra en el corazón tal ruido
que en cuanto abres la boca en flor
el sol se esconde del rubor.

Te quiero
como quiero el día delante
con los pasos devueltos al comediante
del soplo sin precio de aquellos vientos
que causa palpitaciones y desalientos.

Te quiero
como hago con la vida
qué me has dejado en tierra esquelética
y mientras pones en muestra mi calvario
el corazón cierra de prisa su santuario

© Greg D.