Todo es un diferencial

Seis de siete, en esta jornada de hoy libre
con el tiempo a las espaldas siempre...
danzando entre la libertad y la soledad,
no es nada fácil lidiar con las dos a la vez...
porqué en ocasiones el complementarse
es tan difícil qué, los lazos invisibles se desatan
y no saben entrelazarse de nuevo, por perderse
entre líneas que no saben dejarse mirarse de cerca.

Todo es un diferencial tan distante qué llega a quemar,
y da la impresión de no volver a renacer de nuevo...
a veces, esperas mucho y al final, no sale nada
no por no saber, si no, por no caberte en medio
al intuir algo qué está ahí mismo y no te cabe...
te ves tan distante de una realidad que no es verdad
a una simple vista, y te atoras más qué avanzas,
por no adelantarte en esa ocasión,
cómo en las anteriores pudiste ser tan libre qué
ni el viento se interpuso en la mitad de un todo...

Pero al paso de los años descubres, qué
fue una insensatez la cuál, después del tiempo,
ya no es un atrevimiento real... al final,
te muerdes los dientes por no volver a errar más...
en esa parecida sintonía, que ni igual sería por supuesto
aunque los miedos se calzan
y visten de fantasmas andantes, esos que son,
los qué te frenan a no poder seguir
aquellos instantes a ser probados y quizás, saboreados.

https://www.youtube.com/watch?v=IH5ocRQhBTA

Latidos a mil revoluciones, sin saber qué hacer al final...
mientras un corazón se estrella en lo más hondo de tú ser,
provocando tal rotura, imposible de volver a unir sus pedazos.

Es la incertidumbre, que aún está ahí sin saber qué decir
ni aún qué pensar, por no haber seguido
intentando vivir aquél momento, sin pensar en la caída...
qué ocurrió el ayer infinito y motivó una renuncia,
por no caberse en un ámbito tan ambiguo cómo esencial
al no poder perder ese miedo constante que retumba visiones
y entorpece una vida diaria, al verse traspasada por el desdén
que cada día veo en mi alrededor y es imposible traspasar
esa enorme barrera que condiciona
los movimientos principales, desde hace tantos años... qué
solo un día cejaran en ello, para siempre...
cuando todo acabe y nada permanezca entre los días visibles
entonces, al fin... llegará la paz más deseada
y añorada por tiempos, los indefinidos... aunque en el anonimato
acabe todo y no sienta más, esas miradas que requeman instantes.

Palencia, a sábado 15 junio 2019.
Poema n.41/2M19.
©Mía Pemán