LLUVIA, LLUVIA, LLUVIA

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Por fin te siento
lluvia, plegaría cumplida
con tanto deseo y encanto.
Ahora, no sé cómo volar ni valorar
esta cuantía, si cae en tierra baldía
en tierra yerma que el fuego ha dejado.

No sé hasta donde hemos llegado,
solo el ser humano sabe,
no sabe…
o no desea saber
todo lo que con este acto
a este mundo puede acontecer
que le puede suceder.

No solo aparecen los fuegos
el en el pulmón del mundo
donde hacen su agosto los fuegos
descontrolados, de actos malo e inadecuados.

Tu lamento al nacer, con un trueno y un relámpago
es lo de menos que en la tierra pueda suceder.
En este ardiente amanecer
la esperanza de ese momento.

Cuando la luna nueva
disfrazando su perfil,
son unas manos del esfuerzo
lo que te traen hasta mí.

Mi tierra, hermosa hace,
que la nube negra
sea ahora algodonosa
y de una gota, en vapor
en cada perfil del ser
su suplica es:
¡Que llueva, que llueva!

Cuando en pleno mes de agosto
los animales quedan atrapados
deshidratados y carbonizados.
por el fuego de este pulmón senil.

Será un sueño que yo vi
el que por ahora
llegaba a su fin.
¡Gracias a Dios, gotita
que me toca en la nariz...
ya te huelo, ya te siento
ya te veo, te suplico
sigue, sigue cayendo así!

©Araceli García Martín
24/08/2019
Granada, España