https://youtu.be/mRcW2oDjMHY
Quiénes son... y donde andan,
tienen señales y no se dejan ver
salen de día, y se esconden
entre las sombras del atardecer.
Hilos invisibles, para coser con
hebras de lata y hoja,
mientras irán zurciendo roturas
qué se hicieron, al atravesar
hendiduras de doble anclaje.
Agujas de acero, para ensamblar
particiones desde un hondón,
hasta poder seccionar interiores
qué se visten con reglas exactas.
Vendas de seda, para borrar cicatrices
y no dejar aberturas estrechas.
Celos desmedidos entre hierbas
qué desmontando van,
quedándose atados sin aliento.
Bisagras remachadas sin atascos,
desdícense cómo si fueran raíces
qué al abismo cayeron sin vuelta.
Tensores destinados al ceviche
saltan y brincan, cada vez más
cortando muescas de hierro,
sencillas las razones qué se debaten
entre el jolgorio y la distracción.
Remendón… remendán, mucho ruido no hagas
qué se despertarán las grapas añadidas,
y si lo hacen… rasgarán lo zurcido y remendado
entonces, habrá qué bordarlo con hilos de plata
para qué quede nuevamente recompuesto y sellado.
Palencia, domingo 15 septiembre 2019.
Vuela Pluma n.33/2M19
© Mía Pemán
Quiénes son... y donde andan,
tienen señales y no se dejan ver
salen de día, y se esconden
entre las sombras del atardecer.
Hilos invisibles, para coser con
hebras de lata y hoja,
mientras irán zurciendo roturas
qué se hicieron, al atravesar
hendiduras de doble anclaje.
Agujas de acero, para ensamblar
particiones desde un hondón,
hasta poder seccionar interiores
qué se visten con reglas exactas.
Vendas de seda, para borrar cicatrices
y no dejar aberturas estrechas.
Celos desmedidos entre hierbas
qué desmontando van,
quedándose atados sin aliento.
Bisagras remachadas sin atascos,
desdícense cómo si fueran raíces
qué al abismo cayeron sin vuelta.
Tensores destinados al ceviche
saltan y brincan, cada vez más
cortando muescas de hierro,
sencillas las razones qué se debaten
entre el jolgorio y la distracción.
Remendón… remendán, mucho ruido no hagas
qué se despertarán las grapas añadidas,
y si lo hacen… rasgarán lo zurcido y remendado
entonces, habrá qué bordarlo con hilos de plata
para qué quede nuevamente recompuesto y sellado.
Palencia, domingo 15 septiembre 2019.
Vuela Pluma n.33/2M19
© Mía Pemán
Muy bueno.
ResponderEliminarMuchas gracias Isabel... Muy amable... Un abrazo,
ResponderEliminarPrecioso!!! no sabes cuanto dicen esas puntadas con hilo de lata y hoja,
ResponderEliminarme encanta leerte entre líneas.
Un abrazo bordadora de letras
Wow!!! A veces el temiendo es peor que la apertura.
ResponderEliminarPero estos hilos de plata logran darle un sello sublime al temiendo.
Muy muy bueno.
Besitos Mía!!!
Buenas noches.
Quise decir remiendo.
ResponderEliminarNo temiendo.
Estas letras a veces juegan mal.
Un besito mi niña.
Es muy cierto, llevan muchas cosas en su interior, qué parece otra cosas distinta...
ResponderEliminarMuchas gracias, por tú amabilidad.
Un abrazo enorme Carmiña...
No es ningún temiendo Esperanza, es otra cosa bien distinta... y no tiene una apertura, ya qué las heridas hay qué coserlas, para que vayan sanando poco a poco. Pero, no pasa nada.
ResponderEliminarBuenas madrugadas al miércoles, disfruta de su estancia entre tus días, cuando lo estrenes...
Besos,
Tampoco es un remiendo, ya qué en sí, si hay rotura, hay qué tratar de componer la herida formada. Pero, no es una reconstrucción. Hay qué cerrar lo que se ha destripado, para qué siga bien su caminar.
ResponderEliminarBesos,
Bueno mi niña. Al final creo que no me expliqué bien.
ResponderEliminarA veces una palabra se usa de forma distinta.
Y entonces la confusión. Una disculpa.
Y un besito.
La mar requetesalada mi niña.
Feliz miércoles.
De acuerdo, no pasa nada.
ResponderEliminarTan solo quería, qué entendieras, qué no es lo mismo una cosas qué otra. Aunque te lo haya parecido así...
Besos, y feliz viernes y su finDe semana...