Foto: Mary Andrade
Doña Osamenta muy pulcra
y a primeros de Noviembre,
cocinó unos pescaditos
entre sus muchos haceres.
Se puso un gorro de lana
y un vestidito muy verde,
y se acercó hasta una tumba
para mostrar sus valeres.
Allí reposan los huesos
de un niño que a nadie tiene,
y está muertito de hambre
entre tantitos presentes.
Osamenta compasiva
sacados de las corrientes,
le lleva los pescaditos
recién fritos y calientes.
Como Osamenta es muy fina
y temperamento alegre,
va mostrando en la sonrisa
sus inmejorables dientes.
Arregladas sus pestañas
en el Panteón es huésped,
y más que al niño sin nadie
está observando a la gente.
Que le interesa la vida
de ancianos o adolescentes,
y mira que mira, mira
a ver cual, será el siguiente.
© Julie Sopetrán
Que a mi ni me mire
ResponderEliminarjajaja felicitaciones
ja ja ja… uy que bueno disfrutar de tus historias
ResponderEliminarTe admiro querida Julie, bordas todos los estilos
Abrazos y besos .
Gracias, Araceli. Agradezco mucho tus palabras. Besos, feliz fin de semana.
ResponderEliminarHola, que bueno saberte siempre tan cerca querida Julie.
ResponderEliminarBuena tarde húmeda y ventoso.