Tomar el pasaje, subir y bajar
de estación en estación y regresar.
Regresas a su mundo
que no les permite ser neutrales,
ni ser ajenos a sus grandezas,
tampoco a sus miserias.
¡Pobres -ricos...! ¡Ricos-pobres...!
Entrar y salir,de estamento
en estamento pidiendo
lo que les corresponde,
extasiados por el momento
quedan sin aliento.
Con la pobreza impensable.
Preguntándose una y otra vez:
¿Cómo llegaron a esto ? ...
No lo podían comprender.
El caso es que se adaptan, a todo...
bullen. como si fueran burbujas
se apartan de ese puchero de gente,
que hay en los hospitales ..
Si piden una prueba,
se la pierden y vuelta a empezar
¿Centro multidisciplinar?
No es lo mismo ser cuidado que cuidar.
Aunque aún saben que pueden hacer
muchas cosas,enseñar mucho.
Y con más calma amar y amar.
Cambian y sacan fuerzas
porque no puede ser de otra manera.
Toman una vez más el equipaje,
por que no saben
si marchan con un hijo o con el otro
pero se dejan llevar.
Cuando saben y tienen claro que están
en la estación terminal.
© Araceli García Martín - 29/12/2019
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