Una Taza de Café Azul, Por Favor...

Una taza de café, por favor...
qué acabo de saber, en qué momento
decidí despertarme y no me hace ni pizca
de gracia, saber qué es fiesta y aquí estoy
sin mi café azul, calentito y en taza de loza
necesito cómo una perla, sentir qué lo tengo
recién salido de la cafetera y paladearlo...

Para comenzar el nuevo día
qué encima será el último qué
daremos la BienVenida a éste día,
con ese sabor fuerte o suave
dependiendo de cómo te agrade
darle los Buenos Días... con tú café.

https://www.youtube.com/watch?v=M7yFx8PqwLI

El despertar con la alarma de sonido compañía
resquebraja los sueños últimos que están naciendo,
y las preguntas te las haces nada más pisar el felpudo
con la alfombra de una alcoba recién ensoñada,
preguntándote... ¿dónde estoy, si no me he levantado aún?
¿qué hago, si todavía no sé ni donde paro ni estoy?

Tan siquiera desdices de tú origen presente, hasta qué
ya el despertar se despeja algo y sabe donde cayó
al olorar un agradable café que viene a ser tú salvación
con ese azul que lleva en el interior, y la música deja
intentar variar el origen de tus deseos más exactos...
es el despertar vago, qué se inclina hacía el soñar de nuevo.

Vamos a ver sí calentito está ya nuestro café azul
porqué, el día comenzó fresco y el sol a medias sale
no se detendrá por nada del mundo, pues no es claro
la claridad del momento, se retumba entre los días
azules, son los momentos a vivirse en solitario
y sin dar una tregua a los instantes... dale tú saludo
a éste día, qué una D lleva en su haber y es consonante
qué con la vocal termina su saludo... diciéndote, ya
estoy aquí... dame sabor, qué necesito gasolina...
para seguir despierto, si no... me duermo de nuevo...

Palencia, domingo 29 diciembre 2019.
Vuela Pluma 2M19.
© Mía Pemán

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