Si la luna desaparece
entre los azules óleos del firmamento
y las fulgorantes estrellas
se dejan caer desde los más alto,
como trapecistas de un puente
al anochecer...
¿Quién las podrá detener?
Y si me dices "pide un deseo";
mientras la noche nos envuelve
en su primoroso perfume
de azahares celestiales
y me miras de esa forma
que hace vibrar la carne...
¿Quién nos podrá detener ?
¿Dime quién...?
© Hergue A.
¿Dime quién ? ummmmm... Hergue Azul, vertiginoso sentir .
ResponderEliminarLa piel de gallina se me puso con tus letras mágicas
… Un beso querida
Nadie os podrá detener. Muy bueno
ResponderEliminarGracias Isabel. Un abrazo.
ResponderEliminar