Te he deseado mucho.
Me faltabas.
He pedido
al infinito de ti.
Hasta que te he encontrado.
Te he aferrado
y se ha encendido tu cuerpo.
He respirado tu carne,
besándote,
desnudándote.
Consumarte te he visto
hasta convertirte en polvo.
Solo entonces te he arrojado
en el cenicero.
© Greg D.
Vaya un final inesperado, arrojar el polvo en el cenicero. Muy bueno Greg
ResponderEliminarAl final polvo al polvo... jajajaj responde al fb leches o entrame por otro si este no te furrula.
ResponderEliminarBesiños... amiga
No tengo nada tuyo
ResponderEliminarEres la rePera... al completo...menuda... qué pobrecilla.
ResponderEliminarSi en cenizas la has arrojado al cenicero... ¡Madre mía!
Ni qué fuera un despojo... desechable... jajajajajaja
Está... de lo más, lo más... DeMaSiaDo...
Petonets y Besiños a porrillos, y Chumenditos a montones...
Es como fumarse un cigarrillo. Curioso, me ha gustado.
ResponderEliminarPues si... hace ya mucho tiempo en el cenicero el cigarrillo ha quedado... Besiños, gracias
ResponderEliminar