VENGANZA






Se cuenta por las tabernas
que pasea su rabia al viento.
Sin descanso, sin fatiga,
no decae en desaliento.
El alma se la robaron,
en tamaña tiranía
y al saberse desalmada
por lujuria y felonías.
Desliza al fango su furia,
sus armas bien afiladas.
Por escudo pecho abierto
por capa melena rala.
Y como vulgar guerrero
que busca saciar venganza,
se arrastra por lupanares
y al diablo ofrece el alma.
La noche que los cuchillos
se bruñían como la plata.
La noche es toro zaino
en la esquirla de sus astas.
Rasgando al viento las voces,
de lagrimas no lloradas.
Por penas, que penas llevan
las horas de la venganza.
Y al morir la oscuridad,
rayando la luz del alba.
Los caminos se quebraron,
entre amapolas y jaras.
Que más dulces son las horas,
cuando la espera no mata.





© Paquita Caparrós


Comentarios

  1. Oh... que bello poema. Me trajo al recuerdo Romancero gitano al romancero gitano, de Federico García Lorca. Lo he disfrutado gracias Paquita Caparrós

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  2. Gracias a ti, por leer mi poema. Sí que puedo tener alguna influencia lorquiana, soy andaluza y muy próxima a la provincia de Federico.

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