Foto: Mary Andrade
Testigo es de mis pasos la dulzaina
el tamboril, pregón de los pecados;
cielo, mundo e infierno en la parodia
la tentación ostenta penitencias…
Don Carnal, Don Amor, marcan el ritmo
acompañan la danza y la comparsa;
botarga, el corazón se precipita
serpentina: el color es mascareta.
Carantoña del aire en mojiganga
me pongo el antifaz, salgo a la calle
y guardo para el baile los pretextos.
Contrapaso de muerte me desnuda
Celestina en secreto me ha llamado
Laberinto... la cita es con el Diablo.
©Julie Sopetrán
Reflejado queda en tus versos una escena de las muchas que, sin duda, tiene el Carnaval. Tú lo logras en el poema. Abrazos.
ResponderEliminarGracias Javier! Disfruta de estos días locos. Mi abrazo.
ResponderEliminarMagnifico poema, gracias por compartir.
ResponderEliminarGracias a ti, Paquita, por leer. Un beso fuerte.
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