¡Cómo encontrar todo lo perdido!

¡La que nos ha caído encima!
con esto del coronavirus de marras,
es de antología de la buena
sin que ya ni replicar puedas.

El personal anda ya de uñas
encerrados en sus angosturas,
atrapados en sus penurias
y hartos de las demasías.

Quieren salir ya de casa,
y asomarse al pretil del puente;
pasear bajo el sol de la mañana
y recogerse al llegar el relente.

Porque, qué habrá sido de su café,
y de su asiento en la biblioteca;
de su entrada de acceso al museo
y de sus piezas de la pinacoteca.

Y qué será de su trozo de playa,
de su barco que no surca la bahía;
y de su puesto en la cordada
para subir en verano la montaña.

Y de tantas y tantas cosas
que teníamos como nuestras;
que ya nadie sabe dónde encontrarlas
porque se borraron de las agendas.

© J. Javier Terán.