EN ESTA ETERNIDAD NUESTRA


Como un destello que acaricia las retinas
Dándole el color del sentimiento
Entre abstracto, desordenado
La brisa de tu aliento, el silencio.


Las horas de amor contemplando el mar
Rozando nuestros labios con el salitre
Entre lágrimas emocionadas
Mordiendo el tiempo amarrado a tu mano


Brisa que se siente
en ese recóndito lugar de mis secretos
ahí donde guardé celosamente pedacitos de ti
cuando sonaba a distancia y olvido.


Allí en ese desván donde fluían libres las caricias
La adolescencia entre miedos y atrevimiento
La brisa del viento entrando
Poe esa ventana de madera vieja.


Las flores de pies como asomándose
Impregnando su aroma, dulce y fugaz
Acariciando nuestros rostros, tan cerca
Que apenas podíamos respirar.


Amor recién nacido, entre brisas
Entre algún te quiero entrecortado
Aún conservo la añoranza
Y a veces me visto de melancolía.


En esta brisa de recuerdos, te busco
Para dejar en tu piel mis sentimientos
El amor que renace una y otra vez
Para ti…solo porque te quiero.


Extraño tus besos, las melodías
Que entonaban nerviosos nuestros latidos
Una brisa de viento a abierto esa ventana
De madera vieja y de tiempos de ayer.


Por un instante sentí en mi rostro una caricia
Tus manos, tus besos acercándose a mis labios
Por un instante te quedé en mi alma
Para respirar en cada uno de tus pasos.


La brisa impregnada de ti…de tu ausencia
De mi espera…
De este amor que nos abrasa y nos condena
Que nace y muere en esta eternidad nuestra.


© María Luisa Blanco

Comentarios

  1. Cantas a un amor eterno en el tiempo, pero que duró un tiempo y luego se fue; aunque tú le recuerdas casi cada día, haciéndote que te traslades a aquel entonces, a aquellos momentos donde estábais juntos y érais felices. Y en esa confianza de un próximo reencuentro, es donde apoyas tus días. Abrazos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario