Horas de Sueños



Espero con ansias las horas
de sueños. Ahí donde nos
encontramos todas las noches,
¡Corremos al encuentro!

Me desnudas los sentimientos,
te desnudo el alma, nos dejamos
llevar. Por nuestros poros emanan
aromas de pasión, nos embriagan.

Nuestras almas se enloquecen
de amor, de repente nuestros
cuerpos se acarician a distancia.

¡Sabes cómo tocar mi alma!
hasta el punto que mi cuerpo
te siente. No quiero que te detengas
no quiero que te vayas.

Sigue por la eternidad en este
encuentro donde somos libres
tú y yo. Donde nos encontramos
todas las noches.

Donde todos los sueños se hacen
realidad y la realidad son sueños.

Estremeces mi ser, aceleras mi palpitar al mismo tiempo que tus caricias y las mías nos llevan al éxtasis donde tu cuerpo pierde la cordura y se deja fluir....

Aquí es donde nos permitimos y dejamos
ser... libre de ataduras... libre de prejuicios
libres de expresión...

No quiero despertar y tú no quieres
que este sueño termine. Sigamos aquí
en este mundo juntos. Donde no se dice
nada y todo acontece...

Te beso, recorriendo tu cuerpo entero,
desde la orilla de este mar hasta los
montes donde emanan diáfanos y
cristalinas manantiales de la vida...

Como un Rayo que cae sobre mí, abro
mis ojos...veo el techo de la habitación
y no estás aquí. ¡Empapado de tu ser de
tu aroma, de tus fluidos grito por ti!

Donde nos dejamos llevar por este
frenesí sin límites como un
torbellino de placer... Aquí tendido
en la cama...espero a Morfeo
para llegar a ti....
© Ernesto González Figueroa

Comentarios

  1. Bienvenido Ernesto, esperemos que te sientas a gusto a este gran grupo, donde predomina la solidaridad y el compañerismo.
    Impresionante espera de tu musa :cuando llega tu gran aliado morfeo... Hermosas letras.

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  2. Muy bellos versos oníricos Ernesto, en los que el sueño te transporta en la barca nocturna de Morfeo hacia el placer del amor...
    Felicitaciones y un abrazo

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  3. Entre dioses del amor,
    de las letras y del sueño
    volvieron a dejarse volar
    la pluma de su autor.

    ¡felicidades Ernesto!

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