LÁGRIMAS BLANCAS



Reconocemos lo diverso en lo dispar
guardamos las distancias
lejos uno del otro
somos fuente entre zarzas

porque lloramos
los juncos adsorben nuestras lágrimas
tienen el alma blanca
en la raíz

porque el amor es agua
somos como la fuente abandonada
manantial
en mar de tierra seca

lloramos
conocemos abismos
de un tiempo que separa
nuestros labios

nuestros cuerpos sudan destierros
transpira deseos el aire
pero sin ti, sin mi
el junco dejará de ser verde
y no
no podemos permitir
que sus raíces se vuelvan
cañas secas.

© Julie Sopetrán

Comentarios

  1. Que sus raíces se vuelvan cañas secas, tomo nota y nunca ojalá lleguemos a eso.
    Hermosos versos Julie

    ResponderEliminar
  2. Lindas letras maestra, ánimos, resistiremos volverán a ser verdes los juncos, somos fuertes nuestro destino nunca está en nuestras manos, pero si sabemos acatar lo que nos mande...
    Besiños...

    ResponderEliminar
  3. Gracias, Greg. Así es, nuestro destino no está en nuestras manos, la fe es lo más importante y la esperanza... Mi abrazo.

    ResponderEliminar
  4. Por eso, para que no ocurra lo que escribes en tus últimos versos, Julie, estaremos ahí a su lado para que los juncos sigan verdes, que al final son las vidas de todos nosotros vivos. Abrazos.

    ResponderEliminar
  5. Gracias, amigo J.Javier, Sí, es la esperanza que nos queda... Agradezco mucho tu comentario y tu lectura. Mi abrazo fuerte para ti.

    ResponderEliminar
  6. Que esa esperanza florezca de vida.
    Que jamás debe perderse. Mi Julie.
    Mi abrazo fuerte y sincero. Adelante!!!
    Siempre.

    ResponderEliminar
  7. Mantengamos la esperanza para que todo florezca y las raíces de la vida luzcan verdes...
    Que todo pase y solo se quede lo bueno de las experiencias...

    Precioso amiga

    Un beso

    ResponderEliminar
  8. Que así sea, amiga. Te mando mi cariño y agradecimiento por tus palabras. Mil besos

    ResponderEliminar

Publicar un comentario