[caption id="" align="aligncenter" width="350"]
Foto de Miguel Jarque[/caption]
Foto de Miguel Jarque[/caption]La rosa ama la risa y muere seria
muestra en sus labios la melancolía;
la veo llorar siempre, aunque sonría…
fortalece en su aliento la materia.
Los colores se crecen en su arteria
su forma es manantial de poesía;
placer donde se aprende la alegría
portal donde se aleja la materia.
Sonrisa y llanto de la rosa viva
adorna los peldaños de mi puerta
cual si fuera capricho de una diva.
Su aroma es la embriaguez que desconcierta
percibo su perfume y me cautiva:
cuando voy a cortarla, ya está muerta.
© Julie Sopetrán
Estupendo poema, magnificas rimas. Siempre es un placer leer tus trabajos. Enhorabuena
ResponderEliminarGracias, Paquita. El placer es el de tu lectura. Un abrazo.
ResponderEliminarLo efímero de la belleza de la rosa, que tú tan bien describes, Julie, con esos versos tan rimados, puede aplicarse también a otros aspectos bellos de la vida, que se esfuman a veces con demasiada prisa; así que habrá que admirarlos y gozarlos pronto, antes de que desaparezca su efecto benefactor. Abrazos.
ResponderEliminarGracias, Javier, así es, el doble sentido y la enseñanza que nos ofrece la rosa se puede aplicar a muchos actos de la vida incluso a la vida misma. Agradezco tu lectura y reflexión. Mi abrazo fuerte.
ResponderEliminarLo efímero parece ser lo más bello, como estos versos que no lo son, estarán hasta la eternidad. Besos
ResponderEliminarGracias Carmiña por venir a leer mis versos... Un beso y mi cariño.
ResponderEliminar