AMOR SIN ATADURAS

Tras muchas noches de silencio
vienes de nuevo, como una melodía,
vienes como el tic tac de las horas,
cada segundo a mi memoria.

Vienes de muchas formas, distintas
a veces vienes, vestido de mañanas
con el aroma suave a flores frescas
y otras vienes, con el sabor dulce de la  mermelada
de frutos rojos, como tus labios...

Siempre vuelves, no puedo evitarlo,
no sé cómo lo haces; pero vuelves
cada noche tan tangible, tan exacto
como el lucero del norte, que amable
consiente todas mis locuras...

Vienes tan tangible, que casi
podría degustarte, como un buen tinto
en mis madrugadas contigo, a solas...

Vuelves sin consentirlo y estas,
estás en todos los lugares, que un día
visitamos juntos, en todos los bares
que compartimos mesa
con cualquier pretexto inexplicable y es que
moras en todos mis recuerdos.

Vuelves con cada canción que escucho,
con cada olor que la brisa me trae ...
Hasta en mis últimos segundos de vida, aún
puedo sentirte con mi ultimo aliento...
No sabes bien, cuánto te he amado,
a solas, contigo en mi silencio.

Te veo en todas partes, pero no te culpo,
siempre fui consciente, de que este amor, era sólo mío, un amor sin ataduras...
Un amor puro como de adolescente,
a sólo dos pasos de incipiente muerte.

Sólo me resta agradecerte, cada segundo de juventud que diste y que
me devolvió algo de esperanza,
cuando morirá de hastío...

No te culpo de nada, amor mío,
fui muy feliz con tu presencia; mientras
leías mis ilegibles letras y te
regalaba algunas, casi todas...
Con la más pura de mis sonrisas.

Sólo siento que llegaras
demasiado tarde, porque eras
extremadamente perfecto, pero ya
no me quedaba nada, era la hora
de mi inevitable partida...

Perdonadme todas mis locuras
y estas insensatas palabras
en mis últimos segundos de vida, pero
debía decirte; porque en el corazón
no se manda, ni los ojos
envejecen nunca...

Sé que seré eternamente tuya y moriré,
con una sonrisa en la cara
locamente, de ti enamorada...

© Hergue A.
2 junio. 2020  23: 53