EL LLANTO DE UNA ROSA


No te sientas solo, amor mío,
cierra los ojos y siente
el ligero silbar del viento,
que lleva escrito en sus alas
todo cuando te diría...


Piensa que la distancia
no existe; aunque
nos separen los mares.
Siente el arrullo callado
de mis versos,
acariciado tu pelo.


Piensa que estoy
sentada a tu lado y que
tus manos acarician
mi piel sedosa y morena,
como un manto de espuma.


Siente la calidez
de tu cuerpo, mientras
tu piel se ruboriza, al suave
roce de las mías...


Siente que nos amamos
como locos, aunque
la distancia
nos los impida…


Siente la suave espuma
de las embravecidas mareas...
sobre tu vientre desnudo
hasta que la distancia
no exista…
Como el llanto de una rosa
amando la primavera.


© Hergue A.


Comentarios

  1. Muy romántico tu poema, exaltando ese amor en la distancia que un día se hará presente uno al lado del otro; que será cuando el mar ya no marque la distancia que ahora sentís. Abrazos.

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