Hay todavía muchos lazos que estrechar,
mucha distancia real que acortar,
y muchos corazones por atemplar.
Muchas promesas que se esfumaron,
muchas heridas que están sin curar
y muchos amores que no se recuperaron.
Por eso hay trabajo sin terminar,
con costuras que hay que juntar
y esperanzas que quedan por recuperar.
Porque los efectos de esta calamidad
se asieron con fuerza al mal
y nos quedó una doble enfermedad.
Que ahora será más costoso orientar
por las rectas sendas, donde converger
en paz y en armonía será reparar
el camino que hará nuestras vidas reverdecer.
Porque lo luchado y con fe conseguido,
no puede volver a no tenerse,
o insinuarse que no importaría haberlo perdido,
cuando tan felices éramos tras lograrse.
© J. Javier Terán.
Claro que sí, amigo, nos queda tanto por hac er...! Un buen poema. Mi abrazo.
ResponderEliminarPreciosos versos Javier, además son palabras muy reales.
ResponderEliminarOjalá esas distancias y aquellos besos que antes eran costumbre, vuelvan a nuestras vidas, la verdad es que no sé si lo haremos todos los españoles, pero es algo que venía con nosotros.
Un abrazo 🌹
Muchas gracias, Ivonne, por tus bonitas palabras hacia mis letras. Así es, tal cual dices, que, al final, debiera convertirse en algo a buscar por todos. Abrazos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Julie, por tus sentidas palabras. Abrazos.
ResponderEliminarNos queda mucho todavía para volver a lo que había, aunque pienso que ya nada será como antes, ya nos somos los mismos. Muy bonitos tus versos, ojalá se te cumplan
ResponderEliminarMuchas gracias, Carmiña, por tus palabras tan certeras y cariñosas hacia mi relato. Ya, en cuanto al asunto, el mismo está en manos de todos nosotros, cada uno desde su posición en la sociedad. Abrazos.
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