Hay un tiempo para renacer

Ahora que regresamos de un tiempo tan atípico,
que venimos de enfrentarnos a nuestro yo
sin ambages ni ambigüedades de ningún tipo.

Ahora que todavía nos queda la rémora
de días vividos casi entre tinieblas,
donde cada amanecer era una nueva victoria.

Ahora que volvemos a abrirnos al mundo,
y el mundo nos recibe de nuevo
con los brazos abiertos como parte del universo.

Ahora que los amaneceres son más alegres,
y los pájaros han vuelto a cantar
y saltar de rama en rama en los atardeceres.

Ahora que vuelven a repicar las campanas,
aunque la fiesta será un poco menos fiesta
este verano, y no podamos salir de verbenas.

Para nada podemos, ni defraudarnos a nosotros,
ni defraudar a quienes a nuestro lado están;
porque entonces quebrarían de plano nuestros proyectos,
que tanto nos esforzamos en bordar sobre el tafetán.

Porque, es un tiempo ya para renacer,
doblegando estadísticas, curvas y también espirales;
resurgir pronto y bien con nuestro quehacer
y ganarle la batalla al bicho sin oropeles.

© J. Javier Terán.