Mascarilla

Mascarilla puesta  las miradas confundidas y en la

calle todos te miran, ahí va esa loca sobreviviente la

lleva su perro, a rastras sin aliento para caminar.

Anónima quieres ser pero eres tan transparente que

ni la mascarilla te ha de camuflar, anda ponte otro

disfraz, que bien te cubra y nadie te pueda divisar.

Siempre supiste que la vida es una mentira, que nada

afecta ni el sufrimiento ni la muerte de los demás, ni al

creyente que reza un padre nuestro y cree que se salvará.

Caminando de noche se fue de fiesta sin bozal, que

más da si mueren unos pocos más a quién ¿le va a

importar? los viejos sobran en este planeta sin moral.

Apenas solías salir, esa noche te quitaste el complejo

y fuiste a bailar y al final en la playa caíste con alguien

con olor a coñac, no lleva mascarilla y se puso a temblar.

Rima o no rima estas letras que escribo a mi pesar, me

importa poco que no vayan a gustar, las cosas malas

no se pueden contar, no te quites la mascarilla jamás.

Isabel te fuiste un día para no volver jamás te perdiste

esta locura y no sufriste  más, no te mató la pandemia

lo hizo algo que no preocupa pues no suele contagiar.

Llano el camino sin piedras para verte pasar con la

cabeza agachada, triste, que te marches y no des más

la lata con el maldito bicho llamado coronavirus.

Armada de valor les llamaste la atención a quién desafía

el control, poneos la mascarilla que hay mayores  en casa

que sufren vuestra inconsciencia y el virus les ataca.

Carmiña Carmela