¡Siempre tú!

Mar

Siempre tú, tan próxima, tan cercana,
tan amiga, tan amante, tan tú;
y yo, siempre tan próximo, tan cercano,
tan amigo, tan amante y tan tuyo.


Y tú, tan esperada y tan deseada,
tan especial y a la vez tan cotidiana;
que sufría por ti si un día tu llegada
se retrasaba más allá de la hora convenida.


Porque era lo que cada día ansiaba,
estar a tu lado y hartarme de tu presencia;
correr en la playa tras alguna ola,
tomarte de la mano y salir a la aventura.


Y hasta ver amanecer cada día junto al mar,
con el sol alumbrando nuestros cuerpos;
despojados de ropa y ahítos de pasión sin par,
juntos de la mano y sólo nosotros dos.


Siempre estás tú, cada día en mi despertar,
en el primer pensamiento de la mañana,
en las siguientes horas del día, y al recordar
que tras caer la noche, regresaríamos de amanecida.


© J. Javier Terán.

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