Si el coronavirus vuelve a atacar con vehemencia
Instando a los que mandan, nos protegen y gobiernan a
Establecer de nuevo el confinamiento más severo;
Muchos de los que al pueblo se echaron este verano,
Prepararon ya sus aposentos en sus muchas horas ociosas,
Reparando cada una de las estancias con esmero,
Esperando ya sólo están, el momento de esa temida segunda oleada.
Nunca estuvo tan clara la opción; y, si ello se produjese,
Obrar en la línea ya descrita en el argumentario
Sería la mejor salida cara a pasar ese obligado retiro.
Quedarse a buen recaudo en momentos así,
Ubicar el pensamiento en atardeceres nuevos
Esperando, entretanto, que el temporal amaine.
Dividiendo el tiempo entre la mañana y la tarde, para
Apropiarse de los primeros rayos de sol del nuevo día,
Rastreando cada uno de los rincones del recuerdo para
Añadirlos a los nuevos que la vida nos pone en el camino.
Esperando que, entre medias, cada día la
Luna ejerza de maestra especial de ceremonias.
Pueblo!, ay mi querido y amado pueblo!, donde
Un día comenzara a recibir a ráfagas todas las
Enseñanzas de la vida de manos de familia y maestros; te
Busco de nuevo ahora, para refugiarme en tus entornos y
Luchar desde allí contra los efectos de esta pandemia de
Obligado examen de conciencia, sobre nuestro proceder al respecto.
© J. Javier Terán.
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