DE AMOR MURIENDO





Quizás mis ojos
nunca verán los tuyos,
besar el mar...
sobre el rojo crepúsculo,
ni a sus suaves tonos
expuestos al viento,
como un momento único
prisioneros del miedo...


Ni titilar en lo oscuro 
como dos soles dormidos,
entre blancos rosales 
húmedos de rocío, ni cabalgar corceles bravíos...
Ni jamás tus ojos, verán  
amor en los míos... 


Siempre seremos
almas gemelas, que nacieron 
en cuerpos distintos,
que amando odian 
hasta el infinito...
Viviremos al mismo tiempo 
cada uno, lo suyo, sin amor 
de amor muriendo 
cada minuto.


Pena, honda pena 
me da escribirlo... 
Llevarlo como aguijón
clavado en el pecho
y guardar este amor 
en oscuro silencio; aun sabiendo 
¡qué ciego muerde! 
desgarrando por dentro.


¡Tendría que poder gritarlo 
a los cuatro vientos!
sin derramar este sentir 
en pliegues secos,
que sin querer
serán olvido 
sin querer... ante 
los aciagos ojos 
de un tiempo convulso.


© Hergue A.


Comentarios

Publicar un comentario