Lienzo Kerr Ashmore
Estridentes graznidos de cuervos,
centinela de inminentes presagios,
parvada de plumaje negro,
sombrea las nubes cristal de hielo.
Remolinos marinos y vientos girantes,
hunden diques invencibles,
impetuosa subida de aguas,
cubre zarzales y malezas.
Arca de madera blanca,
sin timón, ancla, ni vela,
calafateada de betún y brea,
babilónicas olas vapulea.
Cataratas enfurecidas desgarran el cielo,
con un trueno luengo, estalla diluvio violento,
desobediencia en la tierra inunda,
palabras impías y maldad libertina anega.
Al fin se escurren las aguas espumosas,
asoman arboles con hojas lanceoladas,
flores magenta en panojas arracimadas,
colonizan campiñas y praderas naufragadas.
Arcoíris ilumina la bóveda celeste,
paloma diana aletea en fragoso monte,
alianza de paz, en el céfiro danza,
con bandera color de fe y esperanza.
© Esther Coïa
Preciosos poema e imagen Esther Coïa. Descripción del diluvio.
ResponderEliminarDespués de la tormenta Arcoíris ilumina
la bóveda celeste ... Tu poesia enriquecida de grandes metáforas te conceden el poder de saber dar la paz.
con elegancia -
Gracias por llegar