QUISE ESCONDER TU LUZ





En mi puño cerrado,
quise esconder tu luz,
en la sombra de un olivo,
bajo un montículo de piedras,
en secreto, la encubrí.
Me castigaste a destierro,
deambulando en desierto,
por dunas y salinas,
sentencia silenciosa,
del nómada errabundo.
Cuerpo desnudo,
con tu soplo me hostigaste,
cuales fustas de ramas frescas,
trenzadas de sauce,
rociadas con perfume.
El sol encandiló mis ojos,
con vetas de luz flotantes,
la verdad se veló,
confusión y zozobra
imperaron en mi baldío.
Cuales relámpagos,
en nubes de lluvia,
con arco y flechas,
hincaste dardos de fuego,
en mi pecho quebrado.
Con naranja amarga,
pulpa agridulce,
y piel dura me sustenté,
acíbar del recuerdo
de tus labios.
Aprendí a paladear
las mieles y las hieles
de la vida,
la sal que neutraliza la amargura
y potencia el sabor dulce.
En una noche borrascosa,
tembló el cielo,
con destellos de rayos,
agrietando el suelo,
las piedras deslizaron.
Tu luz rompió la oscuridad,
detonó la llama de la verdad
y de nuevo alumbró,
con guirnaldas de estrellas,
el camino del amor.


© Esther Coïa – Enero 2020
Lienzo: Kerr Ashmore

Comentarios

  1. Versos tiernos y románticos, con dosis de sensibilidad manifiesta en cada uno de ellos, que parecen buscar un encuentro al final del camino. Abrazos.!!!

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  2. Lindo poema cual deja entre ver diversas fases donde el amor no falta, ¡No, no debes esconder su luz! gracias por compartir cherie amie.
    besiños... llenos de luz.

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