NADA, NADA, NADA...





Cuando el tiempo te convierte en nada
la vida escalón roto
donde caer al vacío
de la soledad y del olvido.


Sueños maltratados que muestran,
unos labios , un rostro amoratado
y ese insensato que late por inercia
aún sabiendo que el dolor te está destrozando.


Seré ese olvido repetitivo en el tiempo
el errante que no busca destino
pisar con furia los charcos de lágrimas
y esconder las razones en la locura.


Nada, nada, nada
resuena con insistencia en la cabeza
si has tirado la vida al viento de la insignificancia
si toda la lucha debilita y cansa.


Sigo en esta rueda maldita
devanando los sesos
sin ser poeta no soy nada
sentimientos disfrazados de realidad.


Y resuena esa nada y nada, porque nada eres
un muerto bajo un montón de tierra
pisoteando tus horas...con los zapatos de la indolencia
y serás la nada que fingió tener vida.


No tengo magia y el tiempo se come las ilusiones
ya no fuerzo una sonrisa en los labios, ni alzó
ningún vuelo de libertad en este cielo opaco.


Pisando los cristales nacidos de las lágrimas
sangran los pies a borbotones
salpica la infamia
donde la vida recorre unos pasos falsos
donde han dejado escritos…
la vida miserable y vacía...de una eternidad infundada.


Nada, nada, nada…
solo una loca descubriendo el vacío de todo.


© María Luisa Blanco

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